Los becados municipales ¿a quién votan?
Mucho se ha hablado en estos días de campaña sobre las becas que son dadas desde el municipio local, un poco como herramienta de contención y, según las críticas opositoras más duras, otro poco como herramienta de clientelismo político.
Lo cierto es que todo en exceso es malo, y una herramienta como las becas usadas excesivamente terminan impactando de forma negativa en la economía local, en la comunidad misma y en el futuro de esta sociedad que necesita generar trabajo genuino y no sostenerse en becas durante el paso de los años como medio de contención social.
Hay candidatos que se identifican con las becas y otros candidatos que se identifican con la producción y el trabajo, otros candidatos tristemente representan en la sociedad malversación de fondos públicos, obras no concluidas y otros representan enriquecimiento patrimonial excesivo que no pueden explicar, y también están aquellos candidatos que no representan nada porque nunca han hecho nada positivo en la sociedad.
Sin embargo, lo que la gente pide en este tiempo de crisis no es vivir de becas ni planes sociales, sino poder tener la oportunidad de insertarse en el mercado laboral formal, tener la oportunidad de emprender con sus propias herramientas y salir de la pobreza para darle una mejor oportunidad de vida a sus hijos.
Es por eso que, a pesar de que las personas que reciben una beca o un plan, por más presiones que sientan de ir detrás del candidato que se las dio y que seguramente se las cobra, esperan poder algún día salir de eso y poder avanzar y crecer y el candidato que lo pueda interpretar y dar seguridad seguramente será el que se lleve el apoyo más importante.
Quizás por eso hoy el voto de los becados es una incertidumbre y puede dar sorpresas en la próxima elección ya que como varios de ellos dicen “en el cuarto oscuro uno está sólo”.